viernes, 26 de marzo de 2010

No me duele el orgullo; acepto que me hayas dejado. Haciendo trampas, pero lo acepto. No te tengo resentimientos, ni rabia. No quiero lo peor para ti, ni nada por el estilo. Pero tengo bronca, tengo bronca y no lo puedo evitar. Me enfado. Me enfado conmigo misma. Por no aburrirme, por mantener esperanzas, por no haberlo visto venir. Por seguir queriéndote, por no poder olvidarte, por no poderte dejar. Por llorar al pensar en ti, por poner todas las canciones que me recuerdan a ti (y llorar más), por querer que esto siga, que esto funcione. Por querer llegar a algún lado. Pero a veces me olvido que una relación es de dos. Y no me puedo quedar queriendo sola. Supongo que esto es un adiós. Ni hasta luego, ni hasta pronto, ni 'ya nos veremos'. Adiós.


Me guste o no, siempre serás un vicio de mi corazón.
Les costaba ponerse de acuerdo, de hecho rara vez estaban de acuerdo. Discutían todo el tiempo y se desafiaban todos los días, pero a pesar de todas las diferencias tenían algo importante en común: ESTABAN LOCOS EL UNO POR EL OTRO.

domingo, 21 de marzo de 2010

Fuiste

Fuiste la historia de amor más bonita que jamás viví, aunque tu no lo sepas. Fuiste los nervios de la primera cita, la sorpresa del primer beso, la emoción del primer encuentro, el primer paseo, la lágrima de la primera despedida, la sonrisa del primer reencuentro, la confianza del primer amor de verdad. Fuiste la palabra de aliento en un día gris, el hombro en el que derramar una lágrima, la mano a la que agarrarme al andar, el beso en el momento oportuno, la sonrisa en un instante de angustia, la luz en una noche oscura, la manta en el día más frio. Lo fuiste todo, y fuiste mucho más que eso. Porque lo fuiste sin dejar de ser TU.